Los Tocados de Olivilla

La boda que os
enseño hoy es diferente, lo es por lo bonita que resultó y por la protagonista, Lucía. La conozco y es
especial así que su boda destilaba esa elegancia y romanticismo que ella posee.

Gracias Lu por dejarme publicar
estas fotos tan bonitas que te hicieron los fotógrafos de Instantánea
Tomaprimera.

La boda se
celebró en Asturias, un 14 de Septiembre
de 2013.

Lucía me comenta: Borja es de allí, y aprovechamos cada vez que tenemos un ratito para disfrutar de su paisaje y de su vidilla, Nos encanta!… la decisión era obvia!Les bautizó el clima del verano Asturiano: mañana soleada y txirimiri por la tarde..no importó: era un día lleno de emoción, Novios afortunados, ya lo dice el refrán.

La iglesia del siglo XIII Santa Eulalia de Selorio, está en medio de un prado «bien verde» muy asturiano… y algo apartadito… un escenario donde sólo se escuchan las abejas y el alboroto de una boda … 😉

Estaba decorada con ramitos de paniculata que elaboraron en Pando Floristas.

Sus muros fueron escena de uno de los momentos que Lucía recuerda con más nervios: a su entrada.. se fue la luz… De lo que pasó después, sólo decir que la música siguió sonando, los novios se casaron y la emoción siguió a flor de piel.

Lucía en su día
B, estaba impresionante… a esto contribuye su físico pero la elección del vestido estuvo muy
acertada : con muselina, con puntilla bordada y caída.

Estaba orquestado por las
diseñadoras de la Tua Pelle, eso también fue un flechazo: en mi opinión es muy importante que la diseñadora que te vaya hacer el vestido de un día tan especial te conquiste, es muy fácil que encuentres lo que buscas cuando existe esa química con el diseñador/a…

El resultado entonces es mágico!

En la cabeza, la novia portaba una cinta bordada que le daba un
cierto aire chic, y de su mano un precioso ramo de Alfabia que se llevó desde Madrid, de estilo silvestre…muy al hilo del estilo que había elegido para este día.

y en los pies unos zapatos ideales de Malababa

De su maquillaje y
peinado se encargó Eduardo Jiménez, el make-up artist de Yves Saint-Laurent.

A veces es
complicado encontrar una persona que sepa captar lo que quieres en un peinado,
pero él supo darle el aire que le pedía el estilo que marcaba el vestido.

Lucía estaba radiante.

El lugar donde se celebró

el Castiello de Selorio, les enamoró cuando lo conocieron: no era muy grande pero con el encanto que ellos buscaban para celebrar su gran día: preciosas las enredaderas que envuelven la fachada y las hortensias que adornan su jardín.

Los novios eligieron I Love it de las Nancys Rubias

El catering de su
boda lo sirvió Nacho Manzano, poseedor de unas cuantas estrellas Michelín. La prueba del menú, para ellos, dos amantes del buen comer fue algo genial.

Al final se decantaron por platos que hicieran un guiño la gastronomía local: quesos, fabada , etc.

Las mesas vestidas con unos manteles muy bonitos estaban adornadas con centros que había elegido Lucía y unos meseros muy inspirados en el gusto de Borja por las vespas… todo lleno de detalles.

Lo cierto es que los novios disfrutaron mucho con la organización de la boda y en pensar en pequeños detalles…

a parte de los muchos que os he contado… otros como hacer las etiquetas de los números de las babuchas que dieron, poner unos lacitos en unas pashminas que pusieron para que las invitadas no pasaran demasiado frío…

Unas invitadas por cierto muy estilosas

Un principio genial de esta nueva etapa…

lleno de anécdotas que seguro comentarían entre risas en la luna de miel a la que partieron al día siguiente hacia China y Filipinas: PLANAZO!: Sus fotos hoy en unos álbumes preciosos realizados por Happy Letters.